Adelántate al Cambio
Cuando vamos a conquistar nuevos territorios, cuando vamos a avanzar y poseer, cuando tenemos grandes desafíos. Es necesario adelantarte al cambio.
2024 es el año de la Gran Cosecha. Iniciamos este gran año entrando por la puerta correcta, que es Jesucristo. El dijo: Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. (Juan 10:9).
Para que podamos ser bendecidos y tener una gran cosecha, hay que preparar la tierra. Jesús es la semilla y la tierra son los corazones dispuestos a obedecerle.
Quien decide sembrar obediencia a Dios y a su palabra permanecerá sembrando y cosechando. Creemos que este año recogerás el trigo, que es la prosperidad y abundancia.El vino representa el gozo y la alegría
y el aceite, simboliza al Espíritu Santo fortaleciendo nuestras vidas. (Joel 2:24).
Como en los tiempos de José en Egipto, los que han sembrado con lágrimas, recogerán a montones.
“En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo a montones.” (Génesis 41:47 )
Tenemos 365 días del año. Será un lienzo en blanco, donde el Espíritu Santo nos guiará a escribir nuestra historia de fe. El Apóstol Pablo dijo: yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante. Me concentro en lo que me falta por recorrer. Sigo adelante hacia la meta, para llevarme el premio, que es ver los sueños cumplidos. (Filipenses 3:13-14)
Les daremos tres principios a tomar en cuenta para tener un buen año:
1. Entrar por la puerta correcta.
A veces nos encontramos con muchas puertas, pero no sabemos cuál es la puerta correcta. Hay puertas que nos llevan a la perdición, otras que se cierran. Jesús es la puerta que nos lleva a la bendición. Él también requiere que abras la puerta de tu corazón para poder ser tu amigo, guiarte, protegerte y bendecirte.
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Apocalipsis 3:20 RVR1960
En esta enseñanza se detalla todo lo que Jesús espera de nosotros para poder bendecirnos. Él toca a la puerta de tu corazón y espera con ansias que le abramos para entrar y estar con cada uno de nosotros, mostrar su amor, su perdón, sanidad y salvación.
Debemos escuchar su voz, para atender la invitación que él hace a nuestras vidas. Él está dispuesto a tener una relación de amistad con aquellos que responden a su voz.
Abrir la puerta de tu corazón a Jesús, es abrirle la puerta a la alegría, a la paz, la prosperidad y a las más abundantes bendiciones.
2. Ser guiados por el Espíritu Santo.
Cuando en el mundo hay tanta confusión, mentira y engaño. Sólo el Espíritu Santo te puede guiar a toda la verdad. En el libro de Juan encontramos el énfasis que nos muestra que el Espíritu Santo nos hará saber todas las cosas. Que sólo Él iluminará nuestro destino y nos guiará a tomar decisiones correctas.
“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.” Juan 16:13 RVR1960
El Apóstol Pablo nos enseña que, si queremos ver resultados favorables, Debemos: Andar en el Espíritu, pensar en el Espíritu y ocuparse del Espíritu Santo, es decir hacer lo que a Él le agrada.
Para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Romanos 8:4-6 RVR1960
3. Tener una visión clara de lo que quieres Alcanzar.
La visión te permite ver por adelantado. Te enfoca en lo porvenir. Te permite fijar metas, planear y tener estrategias para cumplir objetivos propuestos.
En el libro de Marcos nos dice que Jesús puso las manos sobre un ciego y recibió el milagro de la vista.
Pudo ver de lejos y claramente.
Vio su futuro lleno de esperanza, vio con fe que era el mejor año de su vida, vio su carrera terminada, sus metas alcanzadas.
“Luego le puso otra vez las manos sobre los ojos, y le hizo que mirase; y fue restablecido, y vio de lejos y claramente a todos.” Marcos 8:25 RVR1960