Las 4 Anclas de la Esperanza
El ancla se conoce como el símbolo de la esperanza y sostén ante las dificultades. Era considerada la última salvaguarda del marinero en la tempestad.
Pablo iba como prisionero a Italia, junto con 266 personas en el barco. En esa travesía se enfrentan con un fuerte viento del noreste, llamado Euroclidón, que perdieron la esperanza de conservar la vida.
En el libro de los Hechos capítulo 27, versículos 27 al 36 podemos identificar las 4 anclas en las cuales se aferró Pablo y ahora podemos nosotros también aferrarnos frente a las tormentas de la vida:
1. ⚓Oír y Obedecer la Voz de Dios.
Antes de zarpar de Creta Pablo con la sabiduría de Dios, les dice que no debían salir a navegar porque el viento no era favorable. Algunas adversidades vienen por la testarudez, por ser sabios en nuestra propia opinión. En este caso Pablo, como hacía ya mucho que no comían, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Habría sido por cierto conveniente, oh varones, “haberme oído” y no zarpar de Creta tan solo para recibir este perjuicio y pérdida. (Hechos 27:21).
La maldición se activa por no oír la voz de Dios trayendo pérdida. (Deuteronomio 28:15). Sin embargo, cuando escuchas atentamente la voz de Dios, vendrán todas las bendiciones para ti y para toda tu familia.
2. ⚓Tener Buen Ánimo en las Tormentas de la Vida.
Pablo les exhortó a “tener buen ánimo,” pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave. (Hechos 27:22).
¿Qué haría usted si tiene que pasar un naufragio? Es probable, que entre en pánico, angustia y desesperación. Pero, es en esos momentos donde tenemos que sacar fuerza de la debilidad. Puesto que el gozo del Señor es nuestra fortaleza. (Nehemías 8:10).
El Señor, nos manda a tener sumo gozo cuando estemos en diversas pruebas. (Santiago 1:2). Cuando sientas que ya no puedes más y la desilusión ha venido a visitarte.
¡Levántate! Dios tiene para ti un futuro brillante. (Jeremías 29:11).
3.⚓ No Temas, ten Fe.
Pablo dijo: “No temas;” es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo. (Hechos 27:24).
Pablo al igual que otros miembros de la tripulación los llevaban presos a Roma. El oficial tenía temor que escaparan. Tuvieron miedo de estrellarse contra una roca, entonces arrojaron 4 anclas en la parte trasera del barco y se pusieron a rogar que llegara la luz del día.
Cuando atraviesas dificultades, no puedes perder el enfoque de lo que Dios te ha prometido. Porque es imposible que Dios mienta. Tengamos consuelo y podamos asirnos de la Esperanza. La cual tenemos como segura y firme ancla del alma. (Hebreos 6:18-19).
Abraham, creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de multitudes, conforme a lo que Dios le había dicho: Así será tu descendencia. No se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto siendo de casi cien años. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido. (Romanos 4:17-21).
Recuerda: Dios da vida a lo que está muerto y llama las cosas que no son, como si fuesen.
4.⚓Confiar en la Palabra de Dios.
Llevaban muchos días en alta mar sin comer alimento. Pablo tomó el pan y les motivo para que comiesen. Y habiendo dicho esto, “tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos, y partiéndolo, comenzó a comer”. Entonces todos, teniendo ya mejor ánimo, comieron también. (Hechos 27:35-36).
Este pan representa la palabra de Dios. En tiempos difíciles debemos confiar plenamente en la palabra de Dios. Jesús es el pan de vida que descendió del cielo. Si alguno come de este pan vivirá para siempre. (Juan 6:35).
Quiero decirte, toda prueba tiene su final. Por cuanto Dios ha dicho: Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. (2 Corintios 4:17-18).
Pastor Franklin Osorio.
