Limpiar para Poner lo Nuevo
¡Hola querida familia! Quiero compartirles este tema maravilloso iniciando con esta anécdota:
La señora Flores vivía en un complejo residencial de una ciudad grande. Los apartamentos estaban muy juntos, y ella podía ver desde su ventana el apartamento al frente suyo. Allí, vivía otra mujer que se sentaba cada tarde cerca de la ventana para coser o leer.
Después de varios meses, la señora Flores comenzó a notar que la imagen de la mujer a través de la ventana se hacía borrosa, y ella se preguntaba por qué su vecina no había lavado sus ventanas; ¡sus ventanas lucían terribles!
Un día soleado la señora Flores decidió hacer una limpieza general de su residencia, incluyendo limpiar sus ventanas por dentro y por fuera; tal vez eso le enseñaría a su vecina a hacer lo mismo. Cuando terminó, se sentó cerca de su ventana para tomar una taza de café y descansar. Para su sorpresa, esta vez pudo ver a su vecina claramente.
En ese momento la señora Flores se dio cuenta y dijo: «Durante todo este tiempo he estado criticando a mi vecina por su ventana sucia, pero ¡realmente la estaba observando a ella a través de mi propia ventana sucia!». Adaptado de Autor Desconocido. (Traducción por Moisés Pinedo)
Aveces nos pasa lo mismo, miramos las cosas de la perspectiva de los demás. Nos acostumbramos a mirar los errores en las personas y no nos detenemos a hacer una introspección.
Dios nos da una serie de principios basados en el libro de los Hebreos, que nos llevan a “limpiarnos para poner lo nuevo”. Esto nos da la oportunidad de vivir en una libertad poderosa, acercarnos con corazones sinceros para mantenernos firmes sin fluctuar.
Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras. Hebreos 10:19-24 RVR1960
Lo primero que debemos comprender:
1. Tenemos la Oportunidad de vivir en libertad y plenitud.
Esta libertad es a través de la preciosa Sangre de Jesús. Puesto que Jesucristo al morir en la Cruz, nos perdonó todos nuestros pecados.El problema número uno de la humanidad es el pecado. Sin embargo ya está resuelto. Jesús, quitó el pecado una vez y para siempre.
“Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive.” Romanos 6:10 RVR1960
Nuestra esperanza se fundamenta en la fe en Jesús como nuestro libertador. Si creemos que Él murió, perdonó nuestros pecados y resucitó, entonces nosotros también recibiremos una nueva vida. Aquellas cosas que están muertas resucitarán.
De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17 RVR1960
Cuando usted limpia su casa y saca la basura, puede ver con claridad un ambiente agradable en la familia. De hecho, lo nuevo viene cuando limpia y saca todo lo viejo. Sucede lo mismo si nos limpiamos por dentro, removemos todo enojo, amargura, dolor, resentimiento, podemos experimentar una vida saludable.
2. Acercarse a Dios con un Corazón Sincero.
Acercarse a Dios con un corazón sincero, es creer con certeza que Él está con nosotros incondicionalmente. Vamos a meditar en esta historia.
¿O qué mujer que tiene diez dracmas, si pierde una dracma, no enciende la lámpara, y barre la casa, y busca con diligencia hasta encontrarla? Y cuando la encuentra, reúne a sus amigas y vecinas, diciendo: Gozaos conmigo, porque he encontrado la dracma que había perdido. Así os digo que hay gozo delante de los ángeles de Dios por un pecador que se arrepiente. Lucas 15:8-10 RVR1960
El dracma, lo puede representar algo de valor, aquello que para ti es importante. Si una mujer al perder el dracma, enciende la lámpara, barre la casa y busca con diligencia hasta encontrarla. De la misma manera, evaluamos, ¿ Sientes que todo está perdido? ¿Has pasado por alguna desilusión?.
Puedes que hayas caído en la monotonía, te has estancado en tu crecimiento. Este es tu mejor momento de volver tu corazón al creador.
Acercarnos a Dios es reflexionar, es encender la lámpara. Es permitir que Él nos guíe, nos alumbre el camino. Es actuar con diligencia en realizar los cambios necesarios.
Tener un ajuste de prioridades:
Plena certidumbre de fe.
Todo en la vida tiene solución. La única parte donde Dios no interviene es cuando tu no quieres cambiar. La resistencia al cambio te lleva a quedarte estancado en el pasado y no permite que veas tu milagro. Por lo cual es imprescindible tener una confianza plena que Dios lo hará. Salmos 37:5
Purifica tu corazón de la mala conciencia.
Para Dios el corazón y mente son una misma cosa. Guardamos y pensamos cosas malas y por esta razón, nuestros resultados son negativos. La mala conciencia es tener siempre pensamientos y actitudes negativas en cuanto a las personas y circunstancias. Ten cuidado cuando quieras hablar mal de alguien, porque esto revela lo que hay en tu corazón.
“Y sobre todas las cosas, cuida tu mente, porque ella es la fuente de la vida.” Proverbios 4:23 TLA
Por lo tanto purificar el corazón y la mente, es permitir que sean limpiados con la palabra de Dios. La meta es pensar cómo Dios piensa y esto se consigue entrenando la mente con principios de vida basados en la Biblia.
Lavados los cuerpos con agua pura.
El Espíritu Santo nos limpia, removiendo esas impurezas en nuestro carácter. Es necesario estar cerca de Él para recibir de su fuerza y de su sabiduría.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas. Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará. Salmos 1:3 RVR1960
Cuando estás plantado en las corrientes del Espíritu, serás prosperado en todo lo que hagas.
Cuando decides limpiar, sanar, ser libre de tu pasado, romper esos ciclos de derrota. Entonces puedes poner tu vida en orden y lanzarte a nuevas conquistas.